Cielo, ¿por qué lloras? ¿Te has puesto de acuerdo con mi estado de ánimo? Porque si es así, te lo agradezco, de veras, pero prefiero que mañana haga sol, significará que estoy feliz.
En realidad me gusta la lluvia, me hace pensar, me atrae. Si lo miras bien, es algo bueno. La lluvia es agua limpia y pura, que borra toda la suciedad. Ella pasa de manera sutil pero haciéndose notar, pasa y lo borra. Pero las cosas siguen en el mismo lugar, del mismo modo pero a la vez distintas: ahora están limpias.
Miro por la ventana y veo suaves gotas de lluvia resbalándose poco a poco por el cristal, haciendo una competición por ver cual de ellas llega antes y desaparece, se forma un pequeño charco y muere. En cierta manera es una tontería, porque compiten para ver quien muere antes, quien deja de ser una gota. Siguen golpeando el cristal de mi ventana, queriendo que les preste atención, y no puedo apartar mi mirada de ellas...
La lluvia cae con fuerza, como si quisiera hacerse notar, para que sepas que está ahí. Invisible en la oscuridad, visible sólo a contraluz, a través de las farolas de la calle. Tengo ganas de salir y quedarme quieta bajo la lluvia, empapándome, mezclandome con ese agua. Borrará la tristeza de mi corazón, los recuerdos de mi mente y, finalmente, solo quedará mi esencia. La lluvia borra las huellas de la gente que ha estado en algún lugar, borra las caricias de tu piel y los besos que has dado.
Sólo espero que esta lluvia no se convierta en una tormenta, que solo sea una lluvia para borrar la tristeza que hay. Sigue lloviendo.
Anna,
la lluvia lo borra todo como un soplo de aire fresco.
Te etiendo perfectamente con esto, yo pasé por una epoca que pensaba mas o menos lo mismo, aunque no conozco tu situacion, sigue adelante, porque lo mas hermoso el el arcoiris que se ve despues de la limpia tormenta.
ResponderEliminarTen cuidado con la lluvia, el agua con el paso de los años desgasta hasta la piedra mas solida.